Gales conquista la Triple Corona y se cita con el Grand Slam

28/02/2012

Gales venció por 19 a 12 a la nueva Inglaterra de Lancaster en Twickenham después de una batalla igualada, intensa, física y llena de emoción. Hasta la última jugada del partido hubo incertidumbre. Después de varias fases de juego de ataque y con la línea galesa fijada en el otro extremo del campo, los ingleses abrieron el balón hacia la banda donde Strettle atacó la línea de ensayo. Halfpenny y J. Davies pusieron todos los medios para evitarlo. El árbitro neozelandés Steve Walsh se vio obligado a acudir al juez de televisión. Cuatro minutos de deliberación fueron necesarios para que éste opinara que la jugada fue no concluyente y así se dio por finalizado el partido. Este ensayo hubiera dado al apertura Flood la opción de empatar con una patada a palos pegada a la línea de touche

La primera parte comenzó con un dominio insultante del Quince del Dragón. En los veinte minutos iniciales el juego se desarrolló casi en su totalidad en campo inglés. Se sucedían las fases de ataque de los galeses ante una sólida defensa de los locales. Sin embargo, no pudieron conseguir que esa diferencia en el juego se plasmara en el marcador. Una excepcional ocasión de North después de romper la línea tras una touche a favor fue abortada por una oportunísima zancadilla francesa de Strettle. Posteriormente Priestland pateó a la esquina para Cuthbert, pero el ala no pudo llegar a recoger el balón para posar. Minutos  después la melé galesa aplastó a la inglesa a cinco metros de la línea de ensayo. El sencillo golpe de castigo decretado por el árbitro fue marrado por Halfpenny y parece que este error marcó un cambio en el devenir del encuentro. 

Hasta ese momento los anfitriones únicamente habían podido defender liderados por un inmenso Geoff Parling, autor de diez placajes en este tramo de partido. A partir de entonces la dinámica cambió. Inglaterra pudo mantener más la posesión del oval y pisó cada vez más el territorio rival.  Un golpe de castigo por fuera de juego de la línea galesa fue convertido por Farrell. El inmediato error de Inglaterra en la melé abierta dio a Halfpenny la opción de empatar pero, tras el saque de centro posterior, North fue sacado a touche dentro de su 22. En la subsiguiente jugada, un placaje espectacular de Warburton evitó un seguro ensayo de Tuilagi. Aún así, una patada delante de los palos puso a Inglaterra por delante por primera vez en el partido. Unos momentos después Farrell, en una soberbia jugada individual, estuvo a punto de posar el balón en la zona de ensayo.  Dos golpes de castigo más, uno para cada contendiente, llevaron el 9-6 al descanso.

El inicio de la segunda parte también fue favorable a los ingleses. Priestland fue enviado al banquillo con una tarjeta amarilla después de un placaje sin balón sobre Corbisiero a un par de metros de la zona de ensayo. Todo ello fue motivado por una exitosa carga del segunda línea Botha sobre la patada defensiva del joven apertura galés. Inglaterra alcanzó su máxima ventaja en el partido: 12-6. Sin embargo, el Quince de la Rosa no pudo sacar provecho de su superioridad numérica, llegando al final de estos diez minutos con un marcador parcial de empate a tres. Poco a poco los visitantes se fueron haciendo con el control del partido. Primero llegó un aviso en forma de grave error del centro galés Scott Williams, que no fue capaz de pasar el balón en un claro tres contra uno cerca de la esquina izquierda. Luego Halfpenny pateó a palos tras una infracción del pilar Stevens por usar las manos en la melé abierta. A cinco minutos del final Williams pudo resarcirse de su error anterior. Y lo hizo a lo grande. Primero robó el balón al segunda Lawes, uno de los jugadores más físicos de Europa. Después, en una maravillosa jugada individual, pateó el oval hacia delante, corrió, recogió el balón, fintó y marcó debajo de los palos. Priestland convirtió el ensayo para que Gales se pusiera por delante por siete puntos. El postrero intento de Strettle en la última jugada del partido no fue suficiente para que los ingleses consiguieran empatar en el marcador.

Con esta victoria, Gales conquistó la Triple Corona después de derrotar a sus tres rivales de las Islas Británicas. Y por primera vez en la historia lo consiguió en el templo del rugby inglés, lo cual hace la victoria aún más dulce si cabe. Al Quince del Dragón le quedan dos partidos en Cardiff: Italia y Francia. Todo hace prever que llegarán a la última jornada con opciones de conquistar el Grand Slam ante los subcampeones del mundo.

Inglaterra puede sacar varias conclusiones positivas del encuentro. En primer lugar probaron que son una selección que ha recuperado su orgullo con Lancaster después del catastrófico papel en el Mundial. Y que a pesar de la inexperiencia en el campo internacional, muchos jóvenes que jugaban con su selección por primera vez en Twickenham dieron la cara: Farrell probó que tiene atributos para ser el perfecto apertura del futuro; Tuilagi destacó atacando la línea galesa con el oval en la mano; y Parling estuvo inmenso en defensa además de ser el líder en las touches. El resultado indica que Inglaterra está creciendo, sin embargo aún hay margen de mejora. Dos graves errores de Stevens y Lawes dieron a Gales la oportunidad de remontar. Y la mayor preocupación ha de ser la escasez de ensayos: dos en tres partidos no es un guarismo para sentirse especialmente orgullosos. 

En los otros dos encuentros de la jornada Irlanda venció a Italia por 42 a 10 en Dublín y Escocia cayó derrotada ante Francia en Edimburgo por 17 a 23. De esta manera sólo quedan dos equipos invictos en el campeonato: Francia y Gales.


Chito Muñiz
BBA Universidad de Cantabria
Carleton University Business Program
Colaborador MotivaGoal

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