Nueve puntos, dudas intactas. Argentina sigue sin gustar


BUSCANDO EL BUEN FÚTBOL

No nos engañemos, Argentina ganó su grupo con puntuación ideal como debe un equipo que ha sido campeón en dos oportunidades pero aún sigue en deuda consigo mismo y con su historia.

Ante Nigeria se mostró casi arrollador en el inicio porque encontró espacios en la defensa rival y ese regalo sirvió para que Messi, Di María, Agüero e Higuaín conectaran. Cada uno de ellos tuvo sus ocasiones para abrir el marcador pero el único que lo consiguió fue el capitán Messi con dos goles magistrales.

La sustitución de Messi en la segunda parte cuando el partido parecía cerrado provocó un bajón considerable en el nivel general e hizo crecer a Nigeria quien buscó el empate.

“CON TRANQUILIDAD Y DE A POQUITO”

El análisis de Messi es claro ya que el equipo argentino está mostrando una mejoría considerable respecto a sus partidos con Bosnia e Irán.

También ha crecido el rendimiento personal del capitán y el peso de la responsabilidad sigue pero ya no pesa tanto. A los cuatro minutos marcó en un rebote en total soledad después de una brillante jugada de Di María. Llegando desde atrás rompió el balón y la portería.

Tras el golazo de Messi llegó el error de la defensa para el empate con el gol de Musa.

La insistencia del goleador no mermó. Messi buscó el gol y lo encontró a balón parado para desatar la locura en el estadio.

El triunfo llegó con Rojo y algunas ráfagas de peligro de Nigeria quien se conformaba con la derrota y su pase a octavos de final.

“TENEMOS UN EQUIPO MUY OFENSIVO”

Las declaraciones del entrenador argentino Alejandro Sabella no son ninguna novedad ni aportan nada original al esquema táctico que utiliza. Ante Nigeria el equipo tuvo mayor movilidad ya que el equipo sumó ritmo al juntarse las líneas creando más ocasiones de gol.

La conexión Messi- Di María fue sin duda lo mejor del equipo. Para el jugador del Real Madrid fue el partido de la recuperación. Aportó movilidad con sus idas y vueltas y se dejó ver en todos los sectores del campo. Tuvo sus mejores ocasiones en balones de larga distancia.

Messi brilló otra vez y tuvo mayor participación en el juego asociándose mejor con sus compañeros. Dos goles y toda la magia.

La cuota negativa en el ataque siguen siendo Higuaín y Agüero que no terminan de despegar. El “pipa” sigue con sus impresiones y con escaso olfato para el gol. Pone esfuerzo, intenta desmarcarse pero por ahora no es suficiente.

El Kun sigue estando en baja forma. Se marchó lesionado y es una de las preocupaciones del cuerpo técnico. Su reemplazante Lavezzi cumplió. Quizás sea el momento de sacrificar a Agüero por el bien del equipo.

UNA DEFENSA INSEGURA

La Selección Argentina tiene una cara oculta que se intenta tapar con una mano pero que se ve a kilómetros de distancia. Ese punto flojo es el que preocupa a todos los argentinos. Una vez más la defensa tuvo más que lagunas. Pablo Zabaleta empezó jugando mal, con el error del primer gol nigeriano. Sus problemas defensivos son muy evidentes, habría que pensar en una alternativa.

Federico Fernández tuvo muchas dudas y sufrió muchísimo los ataques nigerianos. Otro que debería meditar su mejoría o dejar su lugar a otro mejor.

Ezequiel Garay alternó buenas y malas. Se lució al bajar el balón a Rojo para la victoria pero se contagió del mal hacer de sus compañeros. Por último, Marcos Rojo destacó en la defensa pero sin lucirse en demasía.

Tanto los jugadores como el entrenador son conscientes del talón de Aquiles del equipo y que urge una mejoría. En octavos donde un error te lleva a casa tendrán que esforzarse mucho y estar atentos. No se pueden regalar los goles que Messi consigue.


El Mundial ahora empieza para todos. El rival de Argentina en octavos será Suiza, quien luchó para llegar a ese glorioso lugar. La verdadera lucha ahora empieza. Ya no hay margen para el error.


Sandra Vadillo
Periodista Deportiva
sandravadillo.mediapress@gmail.com
Twitter: @sandrapress

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