El negocio del fútbol - los fondos de inversión

16/09/2011
Foto: www.expansión.com

Inmersos como estamos todos en un periodo de crisis económica global, este verano futbolístico que agoniza ha sido complicado por las incertezas que plantea el sistema de gestión deportiva en países como España. Junto a habituales cuestiones como el modelo de venta de derechos de explotación televisivos o las diferentes vías de esponsorización directa e indirecta de los clubes, los fondos de inversión están ganando protagonismo en un negocio del fútbol que cambia cada día. Ya saben lo que dicen, a nuevos problemas, nuevas soluciones.

La mayoría de clubes en España e Italia tienen actualmente dificultades para financiarse, en países como Reino Unido a priori la situación aún no es tan delicada principalmente debido a un modelo de gestión mucho más diversificado y podríamos decir que la Bundesliga alemana es hoy por hoy la liga que menos está sufriendo el azote de la crisis. El fútbol una vez más, como reflejo de la realidad social.

Ante este escenario de escasez de liquidez las sociedades o fondos de inversión de capital privado intervienen invirtiendo tanto accionarialmente en algunos clubs, como participando económicamente en la compra de derechos de jugadores. Ésto no es evidentemente un acto altruista ni de amor a a unos colores, a menudo dichos Fondos pueden “prometer” a sus inversores rentabilidades muy superiores a las que actualmente se pueden obtener en otras industrias.

En el caso de la compra de derechos sobre un jugador por parte de fondos de inversión privados implica incertidumbres, pues sabemos que éstos sólo ganan si consiguen ir “moviendo” al jugador cada determinado tiempo, a menudo el jugador, asesorado de manera errónea puede perder el control sobre su propia carrera futbolística. Podríamos citar varios casos de jugadores jóvenes que se encuentran en ligas de los Emiratos Árabes o Asia teniendo nivel futbolístico contrastado para rendir en Europa. 

Para que este modelo de gestión a través de sociedades sea viable es básico que el jugador tenga contrato en vigor con un club, si se encuentra en último año de contrato o con el mismo recién expirado, el porcentaje futuro a obtener de un traspaso entre clubes se reduce a la mínima expresión. Es pues de una importancia capital que el jugador siempre tenga contrato en vigor, con cuantos más años firmados mejor.

Sabemos sin embargo que esto del fútbol no es una ciencia exacta, y que a menudo durante la trayectoria de un jugador aparecen contratiempos en forma de lesiones, problemas disciplinarios o cualquier otra eventualidad que puede llevarse al traste la carrera del joven, y por ende, el capital invertido en él. Hablamos pues de un modelo que plantea riesgos inevitables, un modelo que se mueve en un entorno normativo de FIFA y UEFA en permanente cambio. Las novedades que en su día fueron gravámenes como “El mecanismo de solidaridad entre clubes” o “Los derechos de formación” gravan con un determinado porcentaje (que en un futuro tiene visos de ser aún mayor) este tipo de operaciones económicas.

El futuro del modelo de gestión deportiva pasa de manera inevitable por la participación de fondos de inversión en clubes deportivos y en jugadores, pero FIFA y UEFA no pueden dejar pasar más tiempo para regularlo y consensuar criterios jurídicos entre países. Se trata de ofrecer seguridad jurídica a inversores, y sobretodo asegurarnos que los protagonistas que dan vida a este negocio/espectáculo sigan siendo los jugadores talentosos que nos hacen disfrutar cada domingo.



Miguel Gómez-Ibáñez
Periodista y Escritor
MotivaGoal
gomezibanezmiguel@gmail.com

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