Montaña rusa del Villarreal en Moscú



El Villarreal vivió en Luzhniki una auténtica montaña rusa. Nunca mejor dicho. El submarino se puso dos veces por delante, tenía el partido controlado y parecía que los tres puntos estaban en el bolsillo. Pero en la recta final el Spartak de Moscú remontó con dos goles, la nueva hecatombe estaba a punto de consumarse. Hasta que un penalti transformado por Cazorla rescató un punto. En la última jugada.

El 3-3 plasma el reflejo del actual Villarreal de Calleja. Cuando combina creatividad y pegada sencillamente es letal; pero lo minimiza con una fragilidad defensiva que le hace vulnerable, tal y como ocurrió ante el combinado dirigido por Massimo Carrera. Cómo jugar a la ruleta rusa.

Se han cometido errores de marca e individuales que han costado puntos. Sin embargo, el problema no es sólo la línea defensiva. El principal lastre reside en la defensa en bloque. El Villarreal se muestra especialmente vulnerable en las contras rápidas que exigen un repliegue rápido y ordenado. Los desajustes parten al equipo por la mitad. El sistema de líneas adelantadas de Calleja exige centrales rápidos, algo de lo que carece el Villarreal. Víctor Ruiz, Álvaro, Funes Mori y Bonera no destacan por esta cualidad.

Calleja ha probado distintas variantes tácticas que tampoco han solucionado los problemas. El rombo en el centro del campo es el dibujo preferido del técnico, pero también el menos fiable por dejar desprotegido el exterior. Aunque en Moscú se utilizó el 4-2-3-1 que dio resultado al final de la pasada temporada, el más utilizado anteriormente es el 4-4-2 en línea, sistema por antonomasia del submarino. Tampoco con este encuentra la solución definitiva, pero sí se muestra más fiable.

Ante el Espanyol nueva prueba para un Villarreal que no encuentra el rumbo en este inicio de temporada. Ni tampoco Calleja.

Manuel Monfort Marzá
MotivaGoal
Twitter: @Manuelmonfort

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