Francia - Croacia, las cuatro claves de la final del Mundial



Este domingo a las 17:00h, Francia y Croacia se disputan el trono del fútbol. Por plantel y recorrido, Francia se presenta como favorita. Su camino hasta Luzhniki asusta. Argentina, Uruguay y Bélgica, sus víctimas. Croacia ya ha hecho historia. Contra todo pronóstico es finalista; por primera ha alcanzado la final. Croacia ha hecho historia apurando sus opciones al límite. Superó a Dinamarca y Rusia en los penaltis. A Inglaterra en la prórroga. Esfuerzo grande, recompensa valiosísima.

Dicen que las finales las deciden los detalles, principalmente hay cuatro claves que pueden marcar el rumbo de la gran cita de Moscú.

Físico contra toque

El epicentro de la final se encuentra en la sala de máquinas, donde confluyen dos maneras distintas de concebir el fútbol. Croacia tratará de imponer el toque, la elaboración, la pausa. Francia ofrecerá un ritmo alto basado en la potencia y el juego directo. Modric y Rakitic ante Kanté, Pogba y Matuidi.

Modric y Rakitic convierten a Croacia en una de las selecciones más talentosas. El madridista y el culé están realizando un Mundial descomunal. Modric lidera y tiene una influencia total; juega y hace jugar, hace mejor a los que le rodean. Rakitic es un escudero de auténtico lujo que ya muchas selecciones quisieran tener. Y en la recámara Brozovic, Kovacic y Badelj, otros complementos de calidad. En las bandas Perisic, que en Croacia rinde a nivel de crack, y Rebic ofrecen verticalidad. Zlatko Dalic también suele utilizar a Kramaric escorado. El del Hoffenheim aporta velocidad y gol.

El ritmo físico de Pogba, Matuidi y Kanté ahoga a los rivales, superados por el pulmón galo. El trabajo de Kanté, impagable. Equilibra y no para de recuperar. Este Mundial ha mostrado un Pogba maduro, mejorado tácticamente y más concienzado en el doble pivote. Deschamps ha sacrificado la profundidad que ofrecerían Lemar o Dembelé al costado y ha apostado por Matuidi, movimiento fundamental. El trabajo y la versatilidad de Matuidi hacen a Francia más rocosa. Aunque Pogba, Matuidi y Kanté destacan por el músculo no están exentos de calidad, ante todo Paul Pogba.

Modric y Rakitic vs. Griezmann y Mbappé

Griezmann y Modric son los principales estandartes de Francia y Croacia, con permiso de Mbappé y Rakitic. Son los jugadores por los que pasa el juego, los que sus compañeros más buscan. Una genialidad de los cracks puede valer su peso en oro. La calidad de Modric, la picardía de Griezmann, la llegada de Rakitic, el desborde de Mbappé... Pueden decidir la final por sí solos.

Francia y Croacia cuentan con otros mimbres decisivos. Pogba y Perisic también tienen una ascendencia sobresaliente. En la portería Lloris y Subasic son un seguro para sus compañeros. Varane y Umtiti conforman otros de los secretos de Francia. Rebic, Vida y Vrsaljko, sin hacer ruido, tienen peso para Dalic.

630 minutos de Croacia y 540 minutos de Francia

Desde octavos hasta semifinales Croacia acumula 630 minutos, concentrados en los tres duelos de la fase de grupos y las tres prórrogas seguidas. Francia, que no ha jugado ninguna prórroga, contabiliza 530 minutos. Por lo tanto, Croacia llega a la final con 90 minutos más a sus espaldas y teniendo un día menos de descanso que los de Didier Deschamps.

El cansacio podria jugar en contra del combinado vatreni. Además, ante Inglaterra varios jugadores terminaron con molestias y fundidos. Mandzukic jugó la prórroga lesionado y, aún así, marcó. El irreductible delantero de la Juve terminó siendo sustituido, al igual que un Modric fundido. Strinic también se retiró con molestias. Es el resultado del sobre esfuerzo, de tres prórrogas seguidas.

El balón parado y el juego aéreo

Buena parte de los goles de Rusia 2018 se han producido a balón parado. Francia no es una excepción. Los de Deschamps tienen en Varane, Umtiti y Pogba a tres especialistas. De hecho, Umtiti y Varane ya han firmado goles importantes. El central del Real Madrid abrió la cuenta ante Uruguay en cuartos. Umtiti marcó el tanto que doblegó a Bélgica y llevó a Francia a Luzhniki.

Francia también sabe sacar partido a su poder aéreo para defender los centros. Bélgica la bombardeó desde las bandas. Les bleus, una y otra vez, neutralizaron los intentos de los de Roberto Martínez.

Croacia cuenta con Mario Mandzukic como principal amenaza aérea. El ex del Atlético de Madrid hace del remate de cabeza una de sus principales virtudes. El 1,90m, la potencia y la precisión le convirten en una mina de oro de cabeza. También Lovren es otro especialista de dicha faceta.

Manuel Monfort Marzá
MotivaGoal
Twitter: @Manuelmonfort

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