Indicaciones y recomendaciones de actividad física en el adulto mayor


Actualmente, los países desarrollados están envejecidos y seguirán envejeciendo en los próximos  años. La población octogenaria es el sector de la población que más aumentará en un futuro inmediato.

Según la previsión, en el año 2050, el número de personas mayores en España será de 16 millones, por lo que resultará más del 30 % de la población española.

Debido a la heterogeneidad de esta población, es difícil realizar una clasificación de este grupo de edad.  Una persona mayor puede ser dependiente y  frágil, o independiente y estar en forma. De ello tendrá mucho que ver si la persona mantiene un estilo de vida activo o por el contrario es sedentaria.

Los cambios fisiológicos al envejecer

Las personas cuando envejecen, sufren modificaciones en su estado físico. Estas modificaciones, se manifiestan en: cambios en la masa metabólica activa, en el tamaño y función de los músculos,  en el VO2, en el sistema esquelético, en la respiración, en el aparato cardiovascular, en los riñones, en las glándulas sexuales, en los receptores sensoriales, en la médula ósea y en los glóbulos rojos.

Estos cambios son progresivos e inevitables, pero se ha demostrado a través de diversas investigaciones, que la actividad física puede retrasar estos cambios e incluso modificarlos.

Los beneficios de la actividad física

La práctica de actividad física en las personas de edad avanzada proporciona beneficios múltiples y pueden ser, tanto fisiológicos, como psicológicos y sociales.

Realizar actividad física,  incrementa la esperanza de vida. También  mejora el desarrollo de los músculos y huesos, de esta forma disminuye  la probabilidad de fracturas y caídas y de la pérdida de densidad mineral ósea.  Mejora el bienestar y la calidad de vida de las personas, así como mejora el estado de ánimo. Ayuda a mantener un estilo de vida independiente y autónomo.

Además,  mantener un estilo de vida activo se ha mostrado como uno de las principales estrategias no farmacológicas para prevenir posibles enfermedades en las personas de este grupo de edad, como el cáncer de colón y de mamas, la obesidad y enfermedades cardiovasculares como la hipertensión. También, puede ayudar a prevenir  enfermedades como el Alzheimer, ya que mejora la función cognitiva.

Prescripción de ejercicio físico

“Todas aquellas partes del cuerpo que tienen una función, si se usan con moderación y se ejercitan en el trabajo para el que están hechas, se conservan sanas, bien desarrolladas y envejecen lentamente, pero si no se usan y se deja que holgazaneen, se convierten en enfermizas, defectuosas en su crecimiento y envejecen antes de hora” (Hipócrates).

En  1995, la ACSM (Colegio Americano de Medicina del Deporte) recomendó la práctica diaria de actividad física de intensidad moderada al menos 30 min al día en la persona adulta sedentaria.

La característica más relevante de estas recomendaciones y que es relevante para las personas de avanzada edad sobre todo para las que peor estado de forma tienen,  es que no hace falta realizar los 30 minutos de actividad física seguidos, sino que por ejemplo acumular 10 minutos de actividad física tres veces al día servía para cumplir los objetivos.

Otro punto relevante, fue el de indicar que las personas que ya están acostumbradas a realizar los 30 minutos de actividad física al día, podrían beneficiarse de una práctica de actividad física de mayor duración e incluso de actividad física más vigorosa.

Otras organizaciones, como la OMS (Organización Mundial para la Salud) recomendaron niveles de actividad similares. Según la recomendación de 2010 de la OMS, los adultos de 65 años de edad en adelante  deberían realizar 150 minutos semanales  de actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas

En cuanto al tipo de actividad física recomendada, se recomienda combinar actividad física aeróbica con ejercicios con carga.

La actividad física aeróbica ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
 Los ejercicios con carga contribuyen a fortalecer los huesos y músculos del cuerpo en una etapa de la vida en la que se produce sarcopenia o pérdida de masa muscular que conlleva una pérdida de la fuerza.
También es importante el entrenamiento de flexibilidad y equilibrio.

De cualquier manera el reconocimiento y la valoración  médica  antes de empezar cualquier programa de actividad física en las personas mayores es indispensable y básico.



Manuel Granda Vidal
Colaborador de MotivaGoal 
Redactor del Atlético de Madrid
manuelgrandavidal@gmail.com

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